F) Apreciación Activa
En España particularmente hay una marcada “cultura del desprecio”
que – si no tomamos conciencia de ella y su gran poder destructivo –
puede infectar mortalmente a todo tipo de iniciativas positivas,
sostenibles y potencialmente poderosas hacia el cambio social.
Somos nuestros más peligrosos enemigos:
“Contra lo que suele creerse, el pecado nacional de los españoles no es la envidia,
sino el desprecio; o, mejor dicho, el desprecio de la excelencia:
quien envidia desearía escribir las 1.200 páginas del Quijote,
dice Fernán-Gómez; quien desprecia es el que dice:
“Pues, chico, yo he leído 30 páginas del Quijote y no es para tanto”.
… Aquí, en efecto, la admiración parece estar siempre bajo sospecha:
quien la practica sólo puede ser un pazguato, un indocumentado,
un hipócrita, un adulador o un arribista;
el desprecio, en cambio, es síntoma inequívoco de inteligencia e insobornabilidad,
y quien lo ejerce es considerado sin falta un espíritu superior, independiente y veraz.
No niego que a nuestra realidad le sobren cosas y personas dignas de desprecio:
lo que afirmo es que aquí encontramos un mérito en sumar a ellas las que son dignas de admiración
y que, antes que admirar a quien hace algo,
nosotros preferimos con mucho admirar a quien desprecia a quien hace algo”.
Javier Cercas, EL PAIS SEMANAL - 25-02-2007
Así que solo con ir contra a esta enfermedad colectiva,
quizás ya estamos sanando mucha inteligencia colectiva.
Especialmente importante es apreciar a Activistas
(están trabajando para ti también: podrías darles las gracias)
pero a cualquiera tu quiera apoyar (o que te conviniera apoyar, aún que no te gusten).
Y esto funciona sencillamente porqué las personas trabajan, piensan y viven mejor
cuando son (y se sienten) apreciadas.
Compruébalo con cualquiera.
La DestructoCultura (la Patrix, la parte destructiva de nuestra sociedad, llámala como quieres),
“el sistema” … se nutre de nuestro sentirnos mal con nosotros mismos,
entonces la mayoría de ella está organizada para perpetuar esos sentimientos.
Tenemos mucha ayuda (solo con encender la tele
o observar el borbandéo diario de la publicidad),
pero al final somos NOSOTROS MISMOS LOS AGENTES QUE CUMPLEN ESTA FUNCIÓN
(de hacernos sentir mal a nosotros mismos y a los que nos rodean)
– y por mayoría lo hacemos de forma inconsciente.
Cualquier avance hacia la inteligencia individual y colectiva
tendrá como ingrediente principal la concienciación, y la apreciación.
Lo que nos permiten a destruirnos a nosotros mismos y el uno al otro,
al final son solo “malos hábitos”
que podemos aprender a reconocer y a dejar atrás.
Así que … apreciarnos a nosotros mismos y el uno con el otro
es una verdadera actividad revolucionaria,
y ¡algo que puedes hacer cada día!
Especialmente acuérdate de apreciar a los activistas
(los que llevan proyectos, que están trabajando para el cambio social
– que ‘te gusten’ o no, como personas).
Principio también conocido por “Sowing Random Acts of Kindness”
(“Sembrar Aleatorios Actos de Bondad”)
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